Este corto está basado en hechos reales y trata sobre un chico autista llamado Dani, el cual sonríe saliendo a la pista a correr, es una de las cosas que le hacen feliz. Pero tiene una rotura de fibras y queda menos de una hora para que Álvaro convenza al fisioterapeuta de que le deje correr. Insiste tanto porque conoce muy bien a Dani, por lo que se ve en el corto, y sabe que quiere correr, por lo que le comenta al fisioterapeuta que quiere correr, que es un niño con un alto grado de autismo y que sólo sonríe cuando sale a correr. Así, lo convence y van hacia la competición.
Antes de que empiece, le habla mucho y luego le da muchos consejos y le organiza cómo y cuándo tiene que salir, reconociendo que él es el que está nervioso, ya que Dani nunca siente nervios. La comunicación es muy importante para una persona autista.
Tanto el médico como Álvaro, le dan suerte y sale a correr, pero antes de llegar a la meta se cae y se hace daño en su lesión, por lo que todos se asustan y van a socorrerle. Pero lo mejor de todo el corto es cuando en ese mismo momento se acerca a Dani una chica con Síndrome de Down y le pregunta: “¿te has hecho daño?, ¿cómo estás?”, después de da un beso con la mano en la rodilla, le anima, le levanta y grita: “¡tú vas a ganar!” y le ayuda mientras se dirigen con los demás compañeros a la meta… es alucinante, tanto para los que están presenciándolo en ese momento (Álvaro, el médico y toda la gente que está allí) como para cualquiera que vea este corto, porque gracias a eso Dani se siente el ganador de esa carrera, o quizás, más que por la carrera, siente una inmensa felicidad personal…
Por último me gustaría añadir, que como ya he comentado en el corto “El viaje de María”, los niños con discapacidad o algún otro tipo de problema, si te preocupas por ellos y te dedicas en algún momento a cuidarles o a educarles, recibirás mucho más de lo que tú mismo des, aunque lo des todo… tiene que ser una gran satisfacción personal.
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